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La mujer venezolana que es bella no sólo en el mirar sino que en el sentir, asoma en un marco histórico que viene desde la mal llamada 'sociedad colonial' la que, de algún modo inconfeso sigue predominando en las conductas de nuestro tiempo, el de la así mejor llamada 'post-modernidad'. De ahí viene la profunda 'historicidad' de La Mantuana, cuya digna emoción cruza el continente, desde los más cálidos llanos, hasta llegar al profundo, oceánico, chileno y nerudiano sur del continente. La historia de la Mantuana es inevitablemente geográfica. La Geografía es la patria de toda Historia. Y la historia de la Mantuana tiene su lugar y su tiempo. Ella vive, ama y sufre, en un país y a través de un continente que a pesar de que no ha sido hecho para ella, sigue haciéndose, para todos.
En "No te rindas: Bitácora de nuestra batalla contra el cáncer" Soledad Morillo Belloso narra la experiencia personal y emocional de enfrentar el cáncer junto a su esposo, Arnaldo Arnal Vallenilla. El libro no es una guía de autoayuda, sino una narración honesta y sin ambages de su lucha contra lo que ella llama "el intruso insolente". La historia comienza el 19 de abril de 2022, cuando descubren que la molestia en la garganta de Arnaldo no era una simple irritación, sino una lesión que resultó ser cáncer. Soledad comparte su viaje a través de este difícil camino, ofreciendo una visión íntima y conmovedora de su batalla.
Este libro no es una guía de viajes. Es, más bien, un compendio de relatos como andariega por un mundo que es mucho más hermoso de lo que a veces sentimos. Narro en él asuntos personales, sensaciones, sentimientos, a veces a solas, a veces compartidos.
Entre amores y desamores corre la existencia, toda la existencia humana. Y parte de eso nos lo enseña la autora en esta historia novelada, que la descubre, una vez más, como escritora de fuste, decantada, sin temores a lo mundano, capaz de exprimir las desgracias hasta obtener de éstas algún zumo de sublimidad.Vivir el amor y sufrirlo es el acto que más dice sobre la vida y el que le otorga su mejor sentido, revelándonos la vocación, la trascendencia.Pero recrear el amor mediante la escritura y comprometer anímicamente al lector haciéndolo presa de juegos infinitos hasta que haga suyas las angustias, las ansiedades, los momentos de explosión sideral provocados por la misma narración, es obra única de la imaginería, del encantamiento, de los maravillosos hechiceros de la palabra.
Relatos de cosas que le pasaron a gente que forma parte de nuestra historia.
No existe tal cosa como el Manual del Duelo. Mi primera pregunta a psicólogos y psiquiatras es "¿Por cuántos duelos ha pasado usted?". La mayor parte de ellos no lo ha vivido en sus carnes. Es como imaginar a qué sabe algo que nunca se ha probado. No doy lecciones, ni las acepto. Yo sólo escribo, pongo sobre una hoja en blanco lo que voy sintiendo, sin filtros, sin tapaderas.