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La voz poética aspira aquí a que lo quieran más mientras busca desasirse del encierro del propio cuerpo, desahogo que no tiene por qué llegar a buen puerto. Portador de toda una historia de oquedades en las que encuentra su razón de ser, el hueco llena el interior de su cuerpo y rezuma vida y quiere llenarse, «Orificios», pero recuerda el paisaje de su infancia y la inminencia del paso del tiempo se cierne en un reloj de arena, «Cuerpo de bodegón»; sin embargo, la naturaleza brutal y ambivalente se erige frente al espacio artificial construido por el hombre, «Naturaleza viva», y el colofón pone a cada uno en su lugar con una vuelta de tuerca en un estilo muy actual, «Ella responde».
Los poemas de «Colección de flores raras» reflejan varias enfermedades extrañas y algunas anomalías menores (desde la sinestesia a la anosognosia, la altrofagia, la triscaidecafobia o los síndromes de Ekbom, Moebius, Proteus, Hutchinson-Gilford, entre otros).\r «Las noches y los días» es un poemario en heptasílabos que reivindica la imperceptible franja que separa lo cerebral de lo irracional y la realidad de los deseos, a través de la metáfora noche-día.\r E \"Itinerario: Biblioteca. Divertimento\" se asoma al influjo de las viejas lecturas, porque lo que leemos nos informa, nos deforma, nos conforma, y lo que leímos más.
Escribir poesía puede ser una forma de llorar sin lágrimas las penas que nos atenazan, pero también de sonreír irónicamente haciéndole un corte de mangas a la muerte, a la vida y a nuestra propia solemnidad. El sortilegio de esta comunicación ancestral y mágica compendia, como un oráculo, un manual de supervivencia: sirve de catarsis, explica los entresijos de la psicología humana, aleja del ostracismo y de la incomprensión. La poesía no es una simple gragea capaz de aliviar al otro, adormecer su angustia, avivar sus compromisos, comprometer su docilidad, aclarar sus dudas o hacerle dudar de sus certezas; sino un mirador desde el que vernos reflejados, con la concisión de unos trazos caligráficos, en lo que cabalga en el ánimo o vive soterrado en el inconsciente de cualquiera de nosotros.
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